domingo, 9 de marzo de 2008

Benedicamus Domino

En las tinieblas siempre me encuentro
Y aún así tranquilo me siento
Pues mi vida recae en tus manos firmes
Mas en las mías tú mismo te sostienes

¿Qué has hecho en este lóbrego barrio?
Tu inexistencia intimida en llamas
Y la vida con llamas te agradece
Pues en el rojo destello nadie quiere estar,
Ni vivir,
Pero tú, mi señor, vivirás dentro de aquí
Donde todos puedan sentir
Que con horror sus mentes abrirán
El paso amargo a una ficción olvidada

Y es que el olvido tú no lo has sentido aún
Pues todas las mentes reclaman tu nombre
Y te alaban
Y te bendicen
Y te necesitan
Y no lo notan
Pero tú no lloras porque no existes
Por lo menos no te he visto
Y nunca lo haré
Pero te agradezco con mi alma
Y a tu enemigo lo miro con piedad
Pues ustedes reyes entre hormigas son
Y con comida a un nido alimentarán

Y te bendigo de nuevo
Eres tú el principio de las cosas
Los niños te ven, te temen,
Pero te adoran

Pues tú en tu magnifica inexistencia
Has logrado más que cualquier real
Y nadie te alcanza
Ni a ti ni al otro

Pero has fallecido en tu interior
Pues tu inmensa grandeza de hormigas depende
Y fuera del nido los bichos ya están

Y renacerás, como un fénix lo harás
Pero nunca real serás
Pues de un avión el comando eres
Manejas cien almas a tu antojo
Pero te es imposible insertarte con ellas

Y todos te temen
Y anuncian tu llegada fatal,
Tu arribo en donde el mal llegará
Pero tú no lo harás
Ni abajo ni arriba estás
En el centro te puedes quedar
Y te aseguro, mi señor, que todos te querrán.

No hay comentarios: